Consejos para viajar con niños.

A la llegada del verano, empezamos a prepararnos para viajar con niños y con ello surge un sentimiento de estrés que nos invade. Algunos padres son de espíritu aventurero, pero otros tienen como concepto de vacaciones la tranquilidad, buscando así destinos cercanos y apacibles . Dependen de nosotros y de nuestra elección el lugar, las fechas, el medio de transporte, la hora de salida, etc. Una planificación adecuada puede ayudar a sentirnos más tranquilos cuando llegue el momento. De esta manera, vamos a ofrecer a nuestros hijos unos días divertidos, tranquilos y didácticos. No hay mejor forma de disfrutar con tu familia que estando juntos sin preocupaciones.

Entonces, ¿qué deberíamos tener en cuenta si viajamos con un bebé? la fragilidad, los cuidados que demanda y el equipaje que necesita con los elementos a tener en control. Es importante informarnos en nuestro lugar de destino si disponen de bañera y trona para ir más ligeros, y en el caso de no ser así, ir preparados para que tu bebé esté cómodo allá donde vayáis. Para los más mayores, el DVD portátil, tablet, los CD, snacks, zumos o chicles para el mareo entre otros, son objetos indispensables para llevar en el bolso de mano.

Como recomendación, es conveniente realizar un listado de objetos útiles para el trayecto y el lugar que vamos a visitar, previo al inicio del viaje. La iremos completando en la medida en que se nos van ocurriendo cosas. Pero cuando hablamos del bebé, los apartados se multiplican: desde cremas, chupetes, protector solar, repelente de insectos, termómetro, antihistamínicos, antipiréticos, alcohol, agua oxigenada, cartilla sanitaria, hasta pañales, tijeras pequeñitas, y agua embotellada.

A medida que van creciendo y adquiriendo responsabilidades, resulta muy positivo invitarlos a participar en la elaboración de esta lista. Es importante no olvidar los juguetes para el viaje, los cuales tienen que ser pequeños para poder transportarlos.  

Si viajamos con un bebé lo ideal es que en el momento de planificar el inicio del viaje, y por ende el momento que iniciamos la ruta al destino deseado, es recomendable que coincidan las horas del viaje con sus horas de sueño, para no alterar su ritmo. No obstante, las mejores horas para iniciar un viaje con niños pequeños son las primeras de la mañana o las últimas del día, pues pasarán casi todo el camino durmiendo y se habrá reducido el calor en estas fechas veraniegas.

Es importante recordar que si queremos disfrutar al máximo de estos días, aunque los niños tienen una gran capacidad de adaptación, no conviene cambiar bruscamente sus rutinas.

Llegamos al momento de los transportes: ¿Qué método es más cómodo para los niños? Te contamos las ventajas e inconvenientes en los diferentes métodos de transporte. 

Si viajamos en coche tenemos libertad para organizar la ruta según nuestras necesidades. Durante el trayecto podemos parar las veces que necesitemos siendo recomendable mínimo cada dos horas, y además podemos llevar más equipaje que en otros medios de transporte. Los cinturones de seguridad han de llevarse puestos durante todo el viaje. En el caso que el niño desabroche el cinturón en mitad de la marcha, pararemos sin alarmarnos y se lo volveremos a poner, elogiando que lo mantenga puesto y haciendo hincapié que todos lo llevamos, creando una necesidad de pertenencia al grupo, y por supuesto, usar los bloqueos de puertas. Hay que tener en cuenta los mareos y los vómitos. Se aconseja utilizar el aire acondicionado en su justa medida y poner parasoles para evitar las molestias del sol.

En el supuesto de viajar en avión, llevaremos chicles para evitar el taponamiento de oídos y dejaremos a los niños sentarse en el asiento de la ventanilla para que vayan más distraídos. Este medio de transporte tiene la ventaja de ser el más rápido, y además el personal de vuelo colabora facilitando, por ejemplo, la posibilidad de calentar la comida en el microondas. Es conveniente llevar alguna mantita por si durante el vuelo hiciera más frío de lo previsto.

Si viajamos en tren, llevaremos el equipaje más reducido. El tren tiene una ventaja importante sobre los otros medios, y es permitir mayor movilidad y desplazamiento: si los niños se cansan pueden levantarse un rato.

En el caso de viajar en barco,  dispondremos a bordo de numerosos servicios que permitan atender las necesidades de nuestros niños. También el espacio de movilidad se amplía: podemos desplazarnos y pasear por cubierta. En este medio de transporte los inconvenientes mayores son los mareos y el mal tiempo que pueda retrasar la salida.

Una vez que ya hemos decidido nuestro medio de transporte, conocemos los elementos imprescindibles para que los niños disfruten de la experiencia y en definitiva, tenemos todo listo para partir, te ofrecemos además,  algunas ideas para hacer mucho más llevadero el viaje para el pequeño. Comenzamos con juguetes llamativos para los bebés, de tamaño reducido y que, en función del medio de transporte escogido, no resulte un inconveniente para la persona que conduce o para los pasajeros que comparten trayecto. También los juegos tradicionales como el veo-veo o las palabras encadenadas, buscar coches de un color determinado o de una matrícula que contenga cifras o letras determinadas, resultan ser pasatiempos que motivan y distraen a los pequeños. Otro método de distracción popular son las pinturas y folios en blanco para dibujos, o juegos de palabras por categorías. Eso sí, ¡cuidado con los mareos! También para los más mayores, recomendamos consolas de viaje. Por último, el truco que nunca falla:  tabletas, CD de canciones favoritas o DVD de la película de moda harán que ni se den cuenta que están viajando.

Ahora que ya te hemos dado los tips más útiles a la hora de organizar un viaje con las personas que más queremos, cuéntanos en comentarios algún truco que utilices en casa a la hora de elaborar un trayecto en equipo. Y por supuesto, si este verano has decidido viajar con niños: enhorabuena, vas a generar recuerdos inolvidables tanto para ti como para tu familia.