¿Cuándo se puede poner al bebé en la hamaca?

Las hamacas para bebés son un accesorio muy práctico para los primeros meses de vida del recién nacido. Sin embargo, todavía existen numerosas interrogantes con respecto a la edad estimada en la cual es beneficioso el uso de ella, o cuál es el modelo ideal para nuestro bebé. Y tú, ¿conoces las respuestas a estas dudas? Si no es así, aquí te dejamos la solución.

Una hamaca para bebé es una silla acolchada que, generalmente, provoca un movimiento de oscilación creado por el propio bebé, cuando todavía no gatea ni anda, para ir desarrollando fuerza en la espalda, extremidades y abdomen. Además, dispone de un sistema de sujeción mediante un arnés o cinturón para que el bebé no pueda precipitarse de la hamaca por accidente. La hamaca de bebé resulta muy práctica porque, a diferencia de la cuna, el peque puede ver lo que ocurre a su alrededor cuando la usa y se siente más integrado en la actividad de la familia. Además despiertan en ellos la curiosidad y la necesidad de explorar su alrededor. 

Tal vez hayas oído que sólo puedes poner al bebé en la hamaca cuando tiene un par de meses y ya sostiene la cabeza por sí mismo. Esto no es del todo exacto, porque la mayoría de las hamacas se pueden usar desde los cero meses. Ten en cuenta que una hamaca no es una silla o una trona: en la hamaquita, el bebé está inclinado, no sentado, por lo que su cabecita está apoyada en el respaldo y el cuello no tiene que estar forzado de manera constante. Otra cosa es que los recién nacidos al principio pueden no estar muy cómodos en las hamacas, porque todavía no controlan el peso del cuerpo y tienden a escurrirse o inclinarse hacia un lado. 

Por lo tanto, ¿cuándo poner al bebé en la hamaca? No hay una respuesta cerrada, es decir, cada bebé crece a ritmos diferentes. Así, nuestra recomendación sería poner a probar a ver qué tal se siente, y si ves que no está a gusto, entonces será mejor que esperes más tiempo. También es buena idea no balancear al bebé al principio. Eso sí, ten en cuenta también que una hamaca limita los movimientos del bebé, por lo que no debe pasar mucho rato en ella. Lo ideal es usar la hamaquita alternándose con otros elementos que ayuden al desarrollo del bebé como la cuna, la alfombra de actividades, el parque, el gimnasio para bebés y, por supuesto… ¡los brazos de mamá y papá!

¿Te ha resultado interesante este post? ¿Cuál es vuestra experiencia con el uso de las hamacas evolutivas? Déjanos tu comentario, quizás sea importante para otra familia.