Al igual que en otros productos de puericultura, existen diferentes tipos de hamacas con el fin de adaptarse mejor a las necesidades de cada familia.
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Hamaca simple o Hamaca balancín
Es el modelo más sencillo de todos. En la mayoría de ocasiones coinciden con los más económicos, aunque esto dependerá de si existen ofertas especiales en los otros tipos.
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Su función es básica: movimiento de balanceo suave cuando la mueves. Incluyen una barra de juegos para que el bebé se divierta durante su uso. El aspecto menos positivo es que, para balancearla, deberás moverla manualmente.
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Hamaca columpio
La hamaca columpio es una gran opción para los bebés que dejan de llorar con el movimiento. Los modelos actuales incluyen diferentes velocidades de balanceo y varias melodías que ayudan a tranquilizar y dormir al bebé.
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Sin embargo, aunque una gran cantidad de padres nombren así a los columpios para bebés, no son una hamaca como tal ya que incluye otras funcionalidades diferentes.
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Hamaca evolutiva
Como su propio nombre indica, las hamacas evolutivas se adaptan a las diferentes etapas del bebé. Su principal ventaja es que su vida útil es mayor a la de otros modelos. Incluyen diferentes velocidades de balanceo, vibración, melodías, luz de cromoterapia y se convierten en silla. De este modo, el bebé podrá utilizarla durante mucho más tiempo.
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Hamaca de viaje
Este tipo de hamaca es ideal para llevar a todas partes. Están diseñadas para que su plegado resulte tan compacto que se puede guardar en cualquier rincón de la casa o en el maletero del coche. Además, incluyen asas que facilitan su transporte.
Dato de interés: Cada vez existen más modelos que incorporan el plegado compacto además de otras funciones.