Embarazo semana a semana: semana 2.

En el post de hoy, vamos a hablar sobre qué cambios ocurren en el cuerpo tanto de la mamá como del bebé en la semana 2 de embarazo. Como comentamos en la semana 1, las dos primeras semanas son diferentes al resto, ya que son las únicas en las que aún no está presente el bebé. Un sector de profesionales en la materia denominan este periodo como las semanas previas a la concepción. Igualmente, durante esta semana ocurren importantes variaciones en el interior de la gestante. En la segunda semana, el  cuerpo femenino se está acondicionando para que se origine la fecundación, ya que se produce el engrosamiento del endometrio y se prepara para el proceso de ovulación. Como se ha mencionado anteriormente, la segunda semana del ciclo menstrual coincide con la segunda semana de embarazo. Así, damos comienzo a la llamada fase preovulatoria, también conocida como la fase folicular del ciclo menstrual. 

Con respecto a los síntomas, ocurre que, al no haber embarazo, no existen sensaciones relacionadas. No obstante, se pueden sentir síntomas del proceso de ovulación, que suelen ser casos como flujo vaginal abundante y con mayor viscosidad (aspecto similar a la clara de huevo), acompañado de aumento del deseo sexual y de la temperatura corporal unas décimas, hinchazón, dolores abdominales y en los senos, gases, y en casos menos frecuentes, ligeros sangrados vaginales. Por lo general, todos estos síntomas suelen ser menos molestos que los que provoca la menstruación, así que no debería ser una preocupación.

Al dar comienzo el ciclo menstrual en la semana 1, las hormonas FSH y LH, que son las encargadas del correcto funcionamiento de los ovarios, es secretado por orden directa de la hipófisis del cerebro. Estas hormonas llegan a su pico máximo en esta segunda semana, lo que provoca una serie de sucesos. Todo comienza aproximadamente en la mitad de la semana 2, donde se produce la fractura de un folículo maduro, expulsando así el óvulo ya maduro en las proximidades de las trompas de Falopio. De esta forma da comienzo el viaje del óvulo por las trompas de Falopio, siendo impulsado gracias a la presencia de los cilios, siendo su destino final el útero. La esperanza de vida de un óvulo suele ser entre 12 y 24 horas una vez sale del óvulo, y la fecundación del mismo se produciría entre finales de esta segunda semana hasta principios de la semana 3, de la cual hablaremos en el próximo post. Además, los picos máximos de fertilidad en una mujer dan comienzo unos días previos a la ovulación, haciendo que sean fértiles un total de 6 días, y el motivo es que los espermatozoides sobreviven entre 2 y 5 días. Es sorprendente cuán sabia es la naturaleza.

Alrededor de 500 millones de espermatozoides participan en una carrera para llegar primero al óvulo que reside en las trompas. El camino que deben recorrer estos microscópicos nadadores profesionales es largo y arduo, dificultando su camino los cilios mencionados anteriormente. Algunos de ellos consiguen finalizar el recorrido en cuestión de horas, otros de días, e incluso muchos no llegan a la meta. 

De todos los espermatozoides que por fin llegan al óvulo, sólo uno consigue atravesar la membrana interna del mismo. Este suceso viene determinado gracias a señales bioquímicas del óvulo. En el momento en el cual el espermatozoide ganador consigue atravesar esa membrana, la estructura química del óvulo cambia para así cerrar el paso al resto de nadadores que siguen intentando acceder a él. 

Y así es como daríamos por finalizada la segunda semana de embarazo, y da comienzo, por fin, al proceso de gestación. A partir de este momento, se inicia el embarazo que todos conocemos, habiendo ya presencia de un óvulo fecundado alojado en el útero de la madre. Es impresionante como el plan de crear vida es tan complejo, perfectamente diseñado en materia de relaciones químicas y de tiempos. Ahora bien, ¿conocías todos estos datos acerca de la segunda semana de embarazo? Coméntanos en este post cualquier duda u opinión referente a este fenómeno tan especial.