Signos de embarazo

Los primeros signos de embarazo a menudo se manifiestan muy pronto. Si deseas satisfacer tu sueño de tener un bebé, probablemente estés muy pendiente de los posibles signos de embarazo en la segunda mitad del ciclo. La cosa cambia con un bebé no planeado: muchas mujeres no interpretan como embarazo los primeros cambios físicos y psíquicos hasta después de la primera falta, o tras un test de embarazo positivo. Hemos recopilado en este post los signos de embarazo más habituales entre las personas embarazadas y consejos a seguir si padeces algunas de estas señales.

A menudo, el primer signo de embarazo es el cansancio, que puede llegar hasta el agotamiento total. Esto se debe a las grandes cantidades de progesterona que se liberan después de la fecundación para preparar el endometrio para la absorción del óvulo. Por supuesto que este cansancio no es un signo seguro, pero si aparece junto con otros síntomas, es muy probable que estés embarazada.

Poco después de la concepción, muchas mujeres padecen las conocidas e infames náuseas matutinas que, por cierto, pueden afectar no sólo por la mañana, sino a cualquier hora del día o de la noche. Se manifiestan de forma distinta en cada mujer, algunas se salvan casi por completo, otras tienen que sufrir ataques de náuseas severos. Las náuseas más comunes y graves ocurren entre la segunda y la octava semana del embarazo, y van disminuyendo gradualmente. El motivo es que cada vez se van liberando más hormonas del embarazo HCG, que controlan de forma significativa la transformación del cuerpo durante el embarazo.

Incluso los ataques de hambre voraz no son poco frecuentes en la primera etapa del embarazo y a menudo se asocian con "antojos" de combinaciones de alimentos bastante inusuales. Por cierto, el hecho de que se tenga especialmente antojo de cosas agrias es un mito: solo un pequeño porcentaje de las mujeres embarazadas quieren alimentos agrios. Además, muchas mujeres experimentan que su percepción sensorial cambia al principio del embarazo. Algunas personas reaccionan con náuseas al olor o sabor del café, té o comidas que antes adoraban. Normalmente se perciben con mayor intensidad los olores y aromas. Esto no es otra cosa que un efecto más de las hormonas del embarazo, al igual que los cambios de humor y el aumento de la irritabilidad.

Otro de los signos al principio del embarazo es la transformación que experimentan los senos. Debido a los cambios hormonales, varían su forma y se hacen más grandes. Los pezones y las areolas se oscurecen, las venas se marcan más. Muchas mujeres experimentan que sus senos se ponen dolorosamente tensos a principios del embarazo y son muy sensibles al tacto.

Cuando el óvulo anida en el endometrio, puede provocar un ligero sangrado de frotis, el denominado sangrado de implantación. Sin embargo, no es una señal garantizada del embarazo. No lo tienen todas las embarazadas y, además, a menudo se puede interpretar mal como un comienzo temprano del periodo. El "arraigo" del embrión en el endometrio puede conducir a una secreción oscura al final del ciclo. 

Algunas mujeres también sufren calambres abdominales leves durante el embarazo. La hormona del embarazo HCG también fomenta la necesidad de orinar: un síntoma que acompaña a cada embarazo.

Una falta del período se considera como la señal más segura de que existe un embarazo. Sin embargo, la regularidad de la menstruación puede fallar también por otros motivos, como el estrés, el estrés psicológico, una enfermedad o el consumo de medicamentos.

La única forma de demostrar un embarazo con seguridad es a través de un test. Los tests de orina disponibles en el mercado miden la concentración de la hormona del embarazo HCG en la orina. Se pueden utilizar a partir del primer día del nuevo ciclo, es decir, desde el primer día en el que se tendría que tener la menstruación. Es mejor realizar la prueba por la mañana, porque la concentración de HCG es entonces más alta. Si el test indica que estás embarazada, puedes dar por sentado que es así. Sin embargo, si el indicador muestra que no, cabe la posibilidad de que realmente sí lo estés pero que la concentración de HCG todavía sea demasiado baja para la detección. Unos estudios británicos y estadounidenses han demostrado que los tests realizados el primer día en el que se debería tener la menstruación no detectan el embarazo en un margen del 54 al 97%. Si esperas estar embarazada, debes repetir la prueba unos días después. 

Tu ginecólogo, por otra parte, puede detectar de forma fiable el embarazo poco después que el óvulo fecundado se implante en el útero, de siete a diez días después de la ovulación o fecundación, mediante un análisis de sangre. A partir de este momento, la hormona del embarazo HCG se puede detectar en la sangre y aparece en la orina aproximadamente una semana más tarde. El embarazo se puede comprobar en la ecografía aproximadamente una semana tras la primera falta, puesto que ya se puede ver el saco vitelino. La ecografía no sólo es importante para la detección de un embarazo, sino también para poder descartar que se trate de un embarazo extrauterino.

Muchas mujeres temen que, si no han percibido los primeros signos del embarazo, pueden haberlo perjudicado por haber seguido tomando medicamentos, fumando o bebiendo. Pero no tienes porqué preocuparte: Al principio del embarazo se aplica el principio de "todo o nada", así que si algo fundamental no está bien con el embrión en las primeras semanas, la naturaleza se encarga de interrumpir ese embarazo. La mujer afectada por lo general solo lo experimenta como un principio de regla más fuerte o un ligero retraso del sangrado menstrual.